viernes, 20 de enero de 2012

Es la historia de un amor

Uma llegó a casa en un momento muy especial. Mi chico estaba muy triste, no tenía ganas de nada y no había nada que lo motive. Yo trabajaba afuera de casa más de 9 horas y empecé a pensar que tenía que hacer algo, conseguir algo que lo motive, lo incentive, le provoque algo. Y se me vino a la cabeza adoptar una mascota.
La primer opción que evalué fue un perro ya que era la mascota que siempre habíamos tenido ambos pero luego empezaron los contras de la cuestión: que vivimos en un departamento, que hay que sacarlo a pasear y yo me paso mucho tiempo afuera, etc.
Entonces empecé a pensar en un gato. Yo nunca había tenido uno, mi chico tampoco. Los dos teníamos esa idea de que los gatos son traicioneros. Empecé a averiguar, me dijeron que eran super compañeros, cariñosos, que no demandaban tanta atención ni cuidados como un perro, etc. y un día pase por la veterinaria y vi un montón de bolitas blancas, peluditas, que me miraban desde la vidriera, suplicantes con sus ojitos azules y listo!, no hizo falta nada más. Adoptamos a Uma.


Me acuerdo que me la dieron dentro de una cajita diminuta y que ya en el taxi, camino a casa, empujaba la tapa con la cabecita, tratando de salir. Se paso los primeros tres días sin comer y nosotros sin saber que hacer y luego, de a poco, todos nos fuimos adaptando.


Aún no sé si fue por Uma, por la terapia o por un poco de todo pero mi chico recupero la luz.
No puedo describirles el vínculo que tienen él y su gata, porque debo confesar que se ha convertido en "su" gata. Entre ellos dos hay un no se que, una conexión especial.
Pagaría porque la vean trepada a su pecho, refregándole la cara por la pera mientras ronronea. Porque lo viesen a él alzándola en lo alto y corriendo por todo el departamento persiguiendo algún mosquito que no está al alcance de Uma.


En el primer viaje que hicimos los tres juntos, cuando Uma tenía 1 año, tuvimos que castrarla. Le dieron tres puntos, dos de los cuales se los arranco, terminando entonces así



Yo les juro que Uma es inquieta, traviesa,curiosa, independiente y no tanto, es dormilona por momentos, a veces un poco hincha cocos pero nunca, nunca traicionera. Y ustedes tienen mascotas?

                                                                                                                    Buen finde!

6 comentarios:

  1. Me encanto el relato, Uma es una dulce y traviesa gatita!! Es increible cuanto amor pueden darnos!!!

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  2. pitufinaaaaaa, es hermosa!!! y lo bien que hacen tener amigos lanudos en casa ;) besos linda y buen finde!

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  3. Antes de tener mi gato, tenía el famoso preconcepto del gato "traicionero", y nada que ver....mi gato, negro como el azabache, hermoso por donde lo mire, me demostró tanto amor en su vida que desde hace un mes que partió y no hay día que lo piense, lo extrañe, lo recuerde...son mas idenpendientes que los perros, pero eso no los transforma en traicioneros. Hermosa Uma y me alegro mucho por tu chico. eso!

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  4. Pau, si Uma es una dulce y traviesa tbn, jajaja... mástraviesa que dulce mepa!

    Y si Vero, hacen bien, mucho bien!!

    Ana, hay que romper con el mito de que son traicioneros, yo pensaba lo mismo hasta que me di la oportunidad de conocerlos. Una pena que tu gatito se haya ido, seguro él tbn te extraña

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  5. Ohhh!!! que historia más linda. Me alegro que todo saliera bien.

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