martes, 24 de enero de 2012

No se dice marihuana!



En el 2010 mi chico y yo le propusimos a mi mamá ocuparnos de la fiesta de año nuevo. Nosotros estábamos parando en su casa así que nos ocuparíamos de decorar el jardín y esas cosas. Al mismo tiempo estaban en la casa mi hermano con su familia. Es decir que Bauti, mi sobrino que entonces tenía 3 años, estaba allí. 
El día de la fiesta comenzamos a organizar todo. La idea era que nadie vea lo que estábamos haciendo y fuese una sorpresa, por lo que impartimos la orden de que nadie podía ir al jardín. Pero claro, Bauti tenía 3 años y no quería perderse lo que ahí pasaba, mucho menos cuando vió que había globos. Asi que la tía Noé ( o sea yo) le dijo "bueno Bau, vení con nosotros pero no digas lo que estamos haciendo porque es una sorpresa" y en eso lo veo que sale disparado en busca del resto de la flia al grito de "allá están inflando globos pero no les puedo decir que los están poniendo en la pileta". Carcajada general. 

Este fin de semana recordé esta situación ya que viví una similar.

En el barrio hay un kiosco "raro". Con mi chico siempre nos preguntamos si de verdad se dedicarán a las golosinas porque es "raro". Suele tener las luces bajas, golosinas pocas y a mucha gente la atienden en la puerta de la casa de al lado del kiosco, raro, bastante raro. En fin, el viernes fuimos al cine y estábamos volviendo a casa cuando nos dimos cuenta que no había nada para comer así que ya en el colectivo de regreso empezamos a organizar la cena. Fue ahí que nos dimos cuenta que el supermercado ya habría cerrado y los kioscos del barrio también. Pero al bajar vimos que no, el kiosco raro estaba abierto y hacia él fuimos a ver que conseguíamos.
Al entrar nos recibe una nena chiquita. No sé que tanto, a mi siempre me ha costado adivinar la edad de la gente, pero supongo que no tenía más de 4 años. Deshinbida se acerca a mi chico y le mira la remera, señala el dibujo que tiene estampado y le pregunta "qué es eso?", mi chico mira su remera, se sonríe y le contesta "es una iguana", la nena cambió su expresión y casi en tono de reto le dice "no se dice marihuana". No hubo carcajada general.
Su madre que era quien nos atendia no emitió palabra, mi chico y yo nos miramos complices, pagamos y nos fuimos

Y me acordé de Bauti cuando inocentemente dijo aquello que no podía decir. 
Me resulta casi obvio que esta pequeña ha escuchado esa prohibición y queriendo respetarla, no lo hizo. Pienso y me pregunto: cuántas veces le habrán dicho "no se dice marihuana"?, ante qué situación?, cómo y dónde será que tan pequeña mujercita conoció la palabra?. Imagino situaciones donde tal vez no haya conocido solo la palabra sino que haya visto como se "hace uso".
Y se que no es tan grave, no pretendo adoptar una postura que enjuicie a quienes la usan. No estoy en contra de que la despenalicen pero aún no sé si me convence que la cuestión sea taaaaan abierta como para que comencemos a mostrarla frente de los niños.
Al mismo tiempo reconozco que hay drogas legales que son igual o tanto peores y que se muestran de continuo. Pero claro parecería como si tuviésemos internalizado que si es legal no es malo y se puede mostrar.

No tengo aún una postura definida. Admito que salí un tanto indignada de ese kiosco, ofuscada por la situación. Pero me quedo pensando, mucho y me pregunto hasta que punto ese es mi pensamiento. Me pregunto si de verdad pensamos así o estamos acosumbrados a que así debe ser pensada la cuestión.

Los voy a dejar acá porque ya se hizo largo y de anecdótico está pasando a filosófico, ja. Pero me voy a quedar pensando.

Y uds. se animan a opinar?, qué les despierta la situación?









2 comentarios:

  1. Uff q historia con esa pequeña!
    Divino tu sobri con esa ocurrencia! son una ternura ellos!!
    Besos! Lindo martes!♥

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  2. Yo no soy objetiva, lo se, pero mi sobri es divino siempreeeee, jajajaja. Se me sale la tía babosa, no? Besote y buena semana!!

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